Por Eric Johnson
Para cualquier Santo de los Últimos Días, la idea de llegar a ser un “ex-Mormón” es probablemente la decisión más aterradora y difícil que jamás podrá tomar. Esa decisión puede traer un precio muy alto, afectando no solo su vida espiritual, sino también su vida social. Esto ocurre, sobre todo, con los que trabajan para una compañía que es manejada por los SUD o de dueños SUD en la región de Utah, igual que para personas con gerentes mormones. En estos casos, abandonar el Mormonismo puede perjudicar su empleo.
Abandonar la fe mormona puede significar que los amigos y familiares mormones lo traten menos cordialmente. Es común que los ex-mormones sean tratados de manera diferente, o que sean completamente ignorados por las personas a quienes ellos aman. Yo experimenté esta conducta cuando un amigo y yo estábamos entregando literatura en la inauguración de un templo SUD en San Diego en 1993. Mi amigo, un ex-mormón, reconoció a dos mujeres quienes él había conocido en su centro de reuniones; él hizo un esfuerzo especial para saludarles y preguntarles cómo estaban. Al reconocerlo, se le quedaron viendo con desprecio. “Qué vergüenza,” dijo una de ellas. “¿Cuándo vas a volver a la verdad?” Y luego se marcharon.
Le pregunté a mi amigo si el comportamiento frío era resultado de entregar los periódicos. “Realmente no,” replicó. “Supongo que ya me acostumbré. A veces me topo con personas a quienes he conocido durante de años en el centro de reuniones, pero muchas veces no quieren nada que ver conmigo.”
Suele pasar que los amigos, familiares y misioneros intentan cambiar de pensar a los que acaban de dejar la iglesia SUD. Por lo tanto, es de suma importancia que los nuevos creyentes tengan un buen fundamento en la fe cristiana. Si usted es uno de los que ha dejado la iglesia SUD y ahora es un nuevo cristiano, debe de considerar los siguientes puntos:
- No está solo. Es importante que comprenda que usted no es el único que ha dejado la iglesia SUD y que está enfrentando la crisis de volver a comenzar de nuevo. Hace unos años, tuvimos reuniones para ex-Mormones donde se reunían unas doce personas. Historia tras historia, los testimonios de la primera noche fueron extraordinariamente parecidos. En más de una ocasión, alguien dijo: “¡Pensé que yo era el único que a mí me pasaba eso!”
- Encuentre una iglesia. Una persona que acaba de abandonar el Mormonismo necesita encontrar una iglesia evangélica basada en la Biblia, con un cuerpo de creyentes que están entusiasmados para las cosas de Dios. Todo Cristiano, sea de poco o de mucho tiempo, necesita tener a su alrededor los que pueden ofrecerle ánimo y compañerismo Cristiano.
- Sea discipulado. Es mejor que la persona que lo está discipulando sea alguien que tenga suficiente conocimiento del Mormonismo para enseñarle las diferencias doctrinales entre el Mormonismo y el Cristianismo bíblico (el libro “Answering Mormons’ Questions [Contestando las preguntas de los Mormones]” puede ayudarle en este área). Otros ex-Mormones que han sido fundamentados en la fe Cristiana son ideales para discipularlo. Aunque el Cristiano que no tenga conocimiento del Mormonismo sea sincero, puede que no sepa ayudarle a romper con las diferencias teológicas y barreras del lenguaje. Si él no sabe que existe una diferencia, se le puede pasar por alto algún aspecto importante. [Si usted está discipulando a un nuevo Cristiano que acaba de salir del Mormonismo, le puede parecer extremadamente frustrante y hasta confuso. Sea paciente y comprenda que lograr sacar el Mormonismo del Mormón muchas veces toma más tiempo que sacar al Mormón del Mormonismo].
- Resolver los asuntos primordiales. Trate de no cometer el error de ceder al miedo de no informarles a sus familiares y amigos SUD, incluyendo a los de su centro de reuniones. Aunque a estas personas probablemente no les parecerá su decisión, debería de hablar con ellos tan pronto que usted se sienta cómodo. También debería de informarle al obispo del centro de reuniones. Es mejor delatárselo a estas personas, que vivir con el miedo de que alguien más se lo diga. A la vez, esto evita que se hieran los sentimientos más adelante.
Muchos ex-Mormones ponen prioridad en remover sus nombres de las listas de membresía de la iglesia SUD. Hay por lo menos tres razones por las cuales ésta es una buena idea. En primer lugar, a los misioneros SUD les encanta informarles a los posibles convertidos que ‘el Mormonismo es la religión de crecimiento más rápido del mundo’ aunque actualmente no lo es. Por cierto, si todo el que ha dejado la iglesia Mormona removiera su nombre de las listas de membresía, los números no serían tan impresionantes. En segundo lugar, parece existir una libertad psicológica para los ex-Mormones cuando remueven su nombre de las listas. Llegan a un desenlace satisfactorio. En tercer lugar, si usted no tiene un record oficial que describe la razón de haberse ido, puede resultar difícil convencerles a los demás que usted se fue voluntariamente y que no fue excomulgado por algún motivo de fracaso moral (un rumor común que se circula acerca de los individuos que se van).
Remover su nombre de los registros de iglesia es normalmente sencillo. El proceso comienza con mandarle a su Obispo una carta, escrita a mano y firmada, con la petición. No puede ser un formulario genérico. Simplemente comunicarse con los representantes de la iglesia no es suficiente para remover su nombre. Su obispo le contactará para asegurarse de que usted comprenda lo que su decisión implique. Si él confirme que usted está seguro en cuanto a la decisión, un formulario “Informe de Acción Administrativa” le será mandado a su presidente junto con la petición de remover su nombre. Una vez que la presidencia ha revisado el formulario y su petición, harán que el obispo le mande una carta que le informa que este proceso ha comenzado. Por lo que un miembro normalmente tiene 30 días para anular su decisión, no espere que su nombre sea removido de inmediato. El presidente esperará 30 días para ver si usted los contacta y si no, la petición y el formulario serán mandados a otro lugar y su nombre será removido. El niño que desee remover su nombre también debe firmar su petición escrita a mano, junto con la firma de su(s) padre(s) o guardianes legales. Si usted no sabe dónde se encuentran los archivos de membresía, puede escribirles directamente a la sede central de la iglesia SUD. (47 E. South Temple, Salt Lake City, UT 84150)
Su carta de petición puede servir como una excelente oportunidad de explicar cómo ha llegado a tales conclusiones. Quizás quiera incluir los siguientes puntos:
- Yo no creo que Dios sea un ser humano glorificado, o que los hombres pueden llegar a ser Dioses (Psalmo 90:2; Isaías 43:10).
- No puedo pertenecer a una iglesia que menosprecia a Jesucristo al afirmar que Él y Lucifer son hermanos espirituales.
- He hallado que José Smith no cumple con los requisitos bíblicos de un profeta verdadero según Deuteronomio 13:1-3 y Deuteronomio 18:20-22.
- Ya no creo que el Libro de Mormón sea “el libro más correcto de todos los libros sobre la tierra” (Quizás quiera agregar algunas inconsistencias entre las enseñanzas en el Libro de Mormón y la doctrina Mormona que hoy se enseña.)
- No puedo, con buena conciencia, aceptar el libro de Doctrina y Convenios como inspirado por Dios por las muchas correcciones y los muchos errores que contiene.
- También es, para mí, imposible aceptar el Libro de Abraham como auténtico cuando las egiptólogas creíbles están de acuerdo de que la ‘traducción’ de José Smith del papiro ha sido completamente errónea.
- No puedo pertenecer a una iglesia que afirma tener un sacerdocio que no se basa en principios bíblicos.
- Desde que descubrí que la salvación es una dádiva pagada por la muerte de Jesucristo en la cruz, (Efesios 2:8,9; Tito 3:5), he experimentado lo que Jesús llama la “paz que sobrepasa todo entendimiento”. Ahora tengo la seguridad de que cuando muera, heredaré vida eterna (1 Juan 5:13).
Por supuesto puede incluir una breve explicación para los líderes de la iglesia de cómo pueden ellos llegar a conocer al Jesús de la biblia, así como usted lo conoce. Muestre mansedumbre, extendiéndole al lector la misma paciencia y entendimiento que le fue mostrado a usted antes de llegar a ver el error del Mormonismo.
El liderazgo local con frecuencia se demora en el proceso de este asunto. Si no le contactan dentro de un mes, debe de volver a comunicarse con el obispo acerca del estado de la petición.
Mientras abandonar el Mormonismo puede ser una de las decisiones más difíciles que se pueda tomar, no hay nada mejor que una relación bíblica con el verdadero Jesucristo. Le sugerimos que lea dos libros escritos por Latayne Scott que son, “Why We Left Mormonism (Por qué hemos dejado el Mormonismo),” y “After Mormonism, What? (¿Y después del Mormonismo, que?)” Estos libros tratan mucho con el aspecto emocional que se produce a raíz de dejar la iglesia SUD y también incluyen sugerencias para el Cristiano que está en contacto con los que han tomado esta decisión. Los dos libros son publicados por Baker Book House.
Si hay algo que el Ministerio de Investigación Para Mormonismo pueda hacer para ayudarle, siéntase en confianza de contactarnos.
Traducción al español
Bethany Ríos Martínez
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