Por Eric Johnson y Bill McKeever
Nota: El siguiente artículo fue impreso en la revista Christian Research Journal, Vol. 34, No. 04, 2011, 6-7
Un encuentro en la puerta con los misioneros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (los Mormones) puede permitir solamente un momento breve para poder hacer una impresión duradera, o eso esperamos, y por lo tanto hay que medir cuidadosamente nuestras palabras. Demasiados cristianos cometen el error de introducir temas periféricos que a veces pueden llevar la discusión hacia un camino sin salida.
Muchas veces los Mormones no son familiarizados con su historia o sus doctrinas, y por eso asumen, a veces, que el Cristiano o lo está inventando o tomando fuera de contexto. Pero si le pregunta a un Mormón “Si usted se muriera ahora mismo, ¿tendría la seguridad de que todos sus pecados son perdonados?” Típicamente su respuesta, “espero que sí,” “creo que sí,” o simplemente, “no.” ¿Por qué es así?
En el Mormonismo, la salvación es definida de dos maneras únicas. El 10º Presidente SUD Joseph Fielding Smith explicó, “La Salvación tiene doble definición: Está la General – la que viene a todo ser, independiente de la creencia (en esta vida) en Cristo – y, la Individual – que el hombre merita a través de sus propios hechos durante a vida por medio de la obediencia a las leyes y las ordenanzas del evangelio.” (Joseph Fielding Smith, Doctrines of Salvation 1:134 (Salt Lake City: Publishers Press, 1956, Itálicas en el original). La salvación, o la resurrección de entre los muertos, es conocida como la salvación por la gracia y es provista a todas las personas. Es sinónimo de la inmortalidad, ya que la persona resucitada vive para siempre.
La meta del SUD fiel es lograr la salvación, o la “exaltación,” que no viene fácilmente. Thomas S. Monson, el profeta actual del Mormonismo, enseñaba, “Es la gloria celestial la que buscamos. Es en la presencia de Dios que todos deseamos habitar. Es en una familia eterna en la que queremos membresía. Tales bendiciones deben ser ganadas.” (“An Invitation to Exaltation,” Ensign, May 1988, 56.) Con este fondo, podemos entonces proceder a recordarles lo que los requisitos impliquen realmente.
El Evangelio Imposible
A través de utilizar solo seis versículos de las escrituras Mormonas y hacer unas pocas preguntas, es posible mostrar qué vano es el plan de salvación del Mormonismo. Tenga en cuenta que estas preguntas se hacen dentro de un contexto que comprenderá el Mormón.
1. 1 Nefi 3:7: “…porque sé que Él nunca da mandamientos a los hijos de los hombres sin prepararles la vía para que cumplan lo que les ha mandado.”
Pregunte: ¿Dice este pasaje que es posible guardar todos los mandamientos de Dios? ¿Cómo le va en esto?
2. Alma 11:37: “Y te vuelvo a decir que no puede salvarlos en sus pecados; porque yo no puedo negar su palabra, y Él ha dicho que ninguna cosa impura puede heredar el reino del cielo; por tanto, ¿cómo podéis ser salvos a menos que heredéis el reino de los cielos? Así que no podéis ser salvos en vuestros pecados.”
Pregunte: ¿Lucha con el pecado? Si es que sí, entonces ¿no muestra que usted, como Mormón, todavía está “en sus pecados” y que es “impuro”? Si la respuesta es sí, entonces ¿quiere decir que no es salvo?
3. Moroni 10:32: “Sí, venid a Cristo, y perfeccionaos en él, y absteneos de toda impiedad, y si os abstenéis de toda impiedad, y amáis a Dios con toda vuestra alma, mente y fuerza, entonces su gracia os es suficiente…”
Pregunte: ¿Se ha abstenido de toda impiedad? Si no, ¿no muestra este verso que aún no ha recibido la gracia que lo limpiará de sus pecados? Si no se ha abstenido de toda impiedad entonces ¿cuándo cree que eventualmente lo haga?
4. D&C 25:15: “Guarda mis mandamientos continuamente, y recibirás una corona de justicia. Y si no haces esto, no podrás venir a donde yo estoy.”
Pregunte: ¿Cuántos mandamientos debe guardar continuamente? ¿Algunas? ¿La mayoría? ¿Todas? ¿Cómo le va en esto? (Según el manual de la iglesia de 1997 Teachings of Presidents of The Church: Brigham Young, “José Smith también nos dijo que el Salvador requiere obediencia estricta a todos los mandamientos, las ordenanzas y las leyes pertinentes a su reino, y que si hacemos eso, seremos hechos partícipes de todas las bendiciones prometidas en su Evangelio,” 37-38.)
5. D&C 58:43: “Por esto sabréis si un hombre se arrepiente de sus pecados: He aquí, los confesará y los abandonará.”
Pregunte: ¿Cuántos pecados debe de abandonar? ¿Ha abandonado todos sus pecados? Si no, ¿no muestra que no se ha arrepentido sinceramente? (Presidente anterior Harold Be Lee escribió, “En pocas palabras, el arrepentimiento es dejar de hacer el mal que hemos hecho ante el Señor y no volver a repetir el mismo error, jamás. Es entonces que podemos experimentar el milagro del perdón.” (Ye Are the Light of the World: Selected Sermons and Writings of Harold B. Lee, (Salt Lake City: Deseret Book Co., 1974, 321)
6. D&C 1:31: “porque yo, el Señor, no puedo considerar el pecado con el más mínimo grado de tolerancia.…”
Pregunte: Tomando en cuenta las respuestas que me ha dado a las preguntas anteriores, ¿cree que Dios pasará por alto su pecado?
Excusas Comunes
Nos gusta utilizar un libro escrito por el 12º Presidente SUD Spencer W. Kimball (1895-1985) llamado El Milagro del Perdón. Esta obra popular, que ha sido impreso continuamente desde 1969, hasta ha sido recomendada por dos autoridades generales en las Conferencias Generales. (Vea de los 70 Richard L. Evans, Conference Report, April 1970, 16 y Apóstol Richard G. Scott, Ensign, November 2004, 16.)
Kimball insistió que “Una de las doctrinas más falaces originadas por Satanás, y que el hombre propone, es que el género humano se salva únicamente por la gracia de Dios’ y que la fe sola en Jesucristo es cuanto se requiere para la salvación.” (Spencer W. Kimball, The Miracle of Forgiveness (Salt Lake City: Bookcraft), 206-207.) El declaró que “el perdón (es) cancelado al reversión al pecado,” escribió, “Los que sienten que pueden pecar y ser perdonado y luego volver a pecar y ser perdonado una y otra vez deben enderezar sus pensamientos. Cada pecado previamente perdonado se agrega al nuevo y el todo se hace una carga pesada.” (Ibid 169, 170.) Kimball dijo que “Dios jamás requeriría algo de sus hijos que no fuera por su beneficio y que no fuera alcanzable. La perfección es por lo tanto una meta alcanzable.” (Ibid 209.)
Tomando en cuenta estas citas, considere algunas excusas comunes utilizadas por muchos Santos de los Últimos Días y la respuesta a tales objeciones de este Presidente Mormón.
“Es por eso que tenemos el arrepentimiento.”
Spencer Kimball utilizó D&C 58:43 al escribir, “Hay una prueba decisiva del arrepentimiento, a saber, el abandono del pecado. Si es que una persona descontinúa sus pecados con intenciones rectas – por motivo de una percepción cada vez mayor de la gravedad del pecado y una disposición de cumplir con las leyes del Señor – tal persona verdaderamente se está arrepintiendo….En otras palabras, no es arrepentimiento verdadero sino hasta que uno abandona el error de su camino y emprende un nuevo derrotero.” (Ibid 163.) Después agrega, “El Señor no puede salvar a los hombres en sus pecados, sino únicamente de sus pecados, y esto solo cuando han manifestado arrepentimiento verdadero.”(Ibid 166, emphasis his.) El problema, claro, es que la mayoría de Mormones se dan cuenta que no han cumplido ese requisito tan exigente; y por lo tanto, no han manifestado “arrepentimiento verdadero” en el primer lugar.
“Pero estoy intentando” y “Estoy haciendo lo mejor que pueda.”
Muchos Mormones creen que sus mejores esfuerzos por hacer lo correcto son suficientes para obtener el perdón. Kimball no era de esta opinión. El escribió: “Tampoco es completo el arrepentimiento cuando uno meramente intenta abandonar el pecado. Intentarlo con una actitud y esfuerzos débiles es asegurar el fracaso, frente a los potentes esfuerzos resistentes de Satanás. Lo que hace falta es acción resuelta.” (Ibid 164, énfasis suyo.) Después relata una historia de un oficial militar que ordenó a un soldado a entregar un mensaje. Este oficial se irritó cuando el soldado dijo que intentaría llevar a cabo el orden, incluso aunque le causara la muerte. Frente a esto, el oficial responde, “No quiero que muera, ni tampoco quiero que meramente haga lo mejor que pueda, ni quiero que lo intente. Mire, lo que le pido es razonable…Ahora dé media vuelta y cumpla su misión.” (Ibid 16u4.) Kimball concluyó, “‘Intentar’ muestra debilidad. ‘Hacer lo mejor que yo pueda’ carece de fuerza. Siempre debemos actuar mejor de lo que podemos.” (Ibid 165.) Recuérdele al Mormón que cuando una persona utiliza la palabra “intentar,” casi siempre cuando hay un fracaso. Por ejemplo, una persona que sube una colina dirá que subió la colina. No dice que “intentó” subir la colina.
La Libertad que Hay en Cristo
La Biblia contradice la noción que podemos ganar el perdón de Dios. La gracia debe ser sin mérito y no merecida. Por ejemplo, Romanos 3:28 dice que una persona es “es justificado por la fe, sin las obras de la ley” mientras Gálatas 2:16 agrega que “por las obras de la ley nadie será justificado.”
Es importante subrayar que no estamos minimizando el papel de las buenas obras. Mientras la justificación viene por medio de la gracia y no las obras, Efesios 2:10 claramente dice que los creyentes fueron creados para las buenas obras. Nuestras obras son la evidencia de nuestra fe profesada. Cuando nos damos cuenta que la salvación viene por lo que hizo Cristo en la cruz, ya no se trata de lo que hacemos sino lo que Él hizo. Desafortunadamente, el Mormonismo coloca una carga opresiva justamente en la espalda de la gente SUD.
El perdón del pecado provee al Cristiano la paz que sobrepasa entendimiento. Al utilizar el método que hemos presentado aquí, usted podrá desafiar al Mormón a explicar por qué es que los cristianos deben soltar su seguridad del perdón total – lo que el Mormón solo desearía tener.
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